Tras dos años de planificación y harto papeleo, me encuentro por fin en Montevideo, Uruguay. Sólo me parecía apropiado, entonces, que volviera a hojear recientemente El lazarillo de los ciegos caminantes, una de las obras más destacadas del fascinante, pero en gran parte ignorado siglo XVIII de las letras hispánicas.
El lazarillo se define como una obra itinerante, tanto por su contenido como por su capacidad de esquivar, a cada paso, los confines de los géneros literarios tradicionales. Desde el punto de vista de un mestizo cuzqueño, Alonso Carrió de la Vandera, apodado Concolorcorvo, el documento cuenta el recorrido de este inspector de correos entre Montevideo y Lima—puntuado por sus descansos en las ciudades de Buenos Aires, Santiago de Chile, y Cuzco—y sirve simultáneamente como una (proto) guía de viajes y un informe antropológico, un coloquio entre los viajeros de la región y una investigación cuidadosa de la sociedad colonial de América del sur.
Sin embargo, la obra no se libera por entero de la tradición literaria que le precede: toma como sus influencias la mitología griega, el tono satírico de Quevedo y, como indica el título, las famosas aventuras del inigualable pícaro español, Lazarillo de Tormes.
Parecido a la manera en que el pícaro de esta obra clásica guía a su amo ciego, Conolorcorvo asume la responsabilidad de dirigir a los demás viajeros e, inclusive, a los que no pueden viajar sino a través de la palabra escrita y las impresiones de su autor.
Aunque en la novela española el pícaro y el ciego terminan por engañarse los unos a los otros—aprovechándose el uno de la ceguera y la ingenuidad del otro—yo intentaré, como Concolorcorvo, a presentarles Montevideo como yo lo voy conociendo y las impresiones que voy acumulando como una caminante en esta tierra tan lejana y, para mi, desconocida.
Así que, entre sus propias andanzas, tantas las cotidianas como las extraordinarias, les invito a acompañarme a lo largo este camino y a conocer otros aires a través de mis palabras. O más sencillamente, como se dice en el español del Río de la Plata, vení conmigo.
Tuesday, March 4, 2008
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment